Si hace unos meses Coca-Cola sorprendía una vez más con una iniciativa de marketing basada en el diseño de sus latas (donde el color rojo era el protagonista para todas las variantes del refresco), ahora es el turno para las botellas de vidrio, que en las próximas semanas reestrena diseño y lo hace en exclusiva en la hostelería española.
El nuevo envase de vidrio de Coca-Cola sorprenderá a hosteleros y clientes, pero no precisamente por su novedad, sino porque está inspirado en la icónica botella de 1915 sirviendo como un homenaje a su creador, Alexander Samuelson. Su diseño contiene la esencia más tradicional y típica de la marca, inspirándose en la original botella pero con unas formas más puras.
El logotipo es mucho más limpio y se presenta menos sobrecargado, sobre una etiqueta transparente imitando la serigrafía del diseño inicial. Además, al igual que ocurrió con el rediseño de las latas, cada variedad (normal, light, Zero y sin cafeína) mantendrán el mismo estilo y se identificarán únicamente mediante los colores de la chapas, que sí serán diferentes según la gama, pero el resto del envase será el mismo para todas las gamas.
Se pondrá en circulación 170 millones de nuevos envases, lo que supone una inversión de 50 millones de euros para lanzar el proyecto. El objetivo de la multinacional es crecer de la mano de la hostelería, ya que es una parte fundamental en su crecimiento y además da trabajo a más de un millón y medio de personas y representa la el 7% del PIB español.
Que el estreno del diseño esté fijado en la hostelería española tiene una explicación y no es fruto del azar. El mercado español es de una enorme importancia para la compañía. Los más más de 300.000 bares existentes en España consumen el 30% de todos los envases de vidrio que Coca-Cola comercializa en Europa, una cifra de gran consideración y relevancia que justifica el motivo de esta acción.